la ira y el hígado

tengo el hígado saturao de mala hostia. Voy por la calle con los brazos picantes por no llevar un rifle, yo caminando, ellos en coche, el que me mire el escote lleva una maldición.Los cáncer de testículos de Asturias, asi como todos los accidetnes de coche son de mi cosecha, una que tiene poderes. Soy misántropa y ye malo pal hígado. Como siga jugando a las casitas y a las cocinitas me va a crecer la demencia semántica a niveles anarcoprimitivistas. Qué será lo que tengo en el área de Broca. Si me quedo preñada, aborto. No vaya a ser que de jugar a las casitas y a las cocinitas acabe jugando a las mamitas y me convierta en cerda lustrosa campera. (nota del autor: ha puesto un par de lavadoras, ha hecho un par de kuskus secos y mojados y ya se siente una víctima de la mística de la feminidad)
AR uno, ar dos, a adelgazar, a leer y a escribir. Terapia espartana intelectual, se acabó el materialismo, se acabo la praxis del huerto, de la colada y las ensaladas. Vuelvo a la abstracción,al mundo de las ideas, que yo siempre fui hedonista del conocimiento. Tanto huerto, ayer fui a Mercadona y vi la luz, allí estaba ya todo hecho, por poco más de un euro.
AR, uno, ar dos (nota del autor: nótese que lo de Ar, admás de jaleo marcial, es inicial de revista de cultura femenina) Y voy a adelgazar, y voy a estudiar y voy a controlarme, a ponerme restricciones, a hormarme, a tallarme a cultivarme con la cultura de cuchillo (nota del autor: obsérvese que cuchillo viene de cultiello, de la misma raíz que viene cultura viene cuchillo, no por nada, pero yo aviso) porque mis empeines, espaldas, vientres, papadas, mollejas se expanden desde que han notado que tengo tierra bajo los huesos. Se expande una con una humedad de fondo, que si no se seca y se constriñe, pronto se convierte en una balleta de cocina de las que se cogen con las narices prietas.
Y hasta tacones.