Fenomenología del imaginario pajero

Tengo yo una duda, o más bien una certeza: las pajas han variado mucho habida cuenta de que hoy nuestro capital simbólico es enorme.
Encuesta,
¿Cuándo os masturbáis que imagináis?:

A) Recuerdo, evoco polvos pasados
B) Me imagino polveando con alguien a quien le tengo ganas
C) Recuerdo imágenes de pelis guarras
D) Imagino polvos muy influenciada por las pelis guarras

Estoy convencida de que la mayoría de los seres humanos contesta la c y la d, y no vayáis de imagos libres, que os conozco, vosotras también contestáis c y d porque la imaginación preorgasmo, por muy chanchis que seáis, es bastante centros cien. A no ser que seáis tan chanchis como yo que antes de correrme tengo regresiones a vidas pasadas (no, no estoy obsesionada con el tema de las regresiones).
A lo que íbamos, puesto que Cy D ganan, ahora hay que imaginarse como eran las pajas de aquellas gentes que nunca vieron un cine, una revista, una estampa porno... ¿Cómo eran las pajas de las personas ajenas al discurso visual? Con tan escasos nutrientes visuales la paja de antaño había de ser sobre todo nemotécnica para las ya iniciadas y con recuerdos dignos de felice recordación, por un lado, y por el otro, para aquellas que no tuvieran mucho bueno que recordar, serían pajas basadas en cachos de alguien conocido, que si el paquete del panadero, las tetas de la mesonera, el tobillo de la doncellas, el olor a feromona de los sobacos de las campesinas de antaño...
Lo cual cambia mucho los modos de desear, de follar, de vivir.
Esta fenomenología del hecho pajero, no es para echar en balde...
Seguiré la relfexión otro día.