Verbena y malecón

Tormentea y como, tengo una casa con goteras con decenas de goteras, y no es poesía. Se me van a pudrir los calabacines de tanta agua. Se me va a secar el cerebro de tan poca comida.
Sé qué es la verbena,¿y tú? cierro los ojos y veo verbenas, fumarias, saponarias, tengo el capital simbólico ultimamente hermoso.
Nos bebemos una taza de verbena y sabemos del pasado lo importante. Que antes se vendía en las fiestas romero, verbena, aligustre, salvia... y no asientos para móviles.
Bebemos verbena y el domingo se convierte en uno de auqellos domingos con minutos cortos.Ya la tarde, con la tisana de verbena, no es una tarde cualquier, de paso, de casa para dos cualquieras, con la tisana de verbena la casa vuela sin huracán de OZ.

Vuelve la vida ardiente y picuda, Malecón, ya verás, sólo es cuestión de días, que volvamos a mirarnos en tapón del lavabao del yate del Sena y nos veamos rostros de broche de nácar.
vivir la vida, ya sabes, exige arrebatos de silencio, pero a lo mejor, en unos días, volvemos a gritar, a ser salvajes y a darnos arrebatos de palabra desorbitada.