Monday, June 25, 2007

MERCADONA de calidad

Abrí las orejas a las mujeres que reciben cursos de formación de los supermercados MERCADONA, mañana puedo ser yo. Reciben un libro cuyo titulo, “Hacia la calidad total”, ya insiste en esta meta de la calidad, omnipresente hoy en todo tipo de proyectos y empresas. El formador (ya no hay profesores y menos maestros) les repetía machaconamente la siguiente consigna: “no debéis estudiar, debéis interiorizar”. “De estudiar a interiorizar”: se pasa de exigir los conocimientos de la trabajadora, a exigir a la persona completa; así, si ella interioriza la “filosofía de la calidad total”, la “idea fuerza” de la empresa pasará a formar parte de sí misma, de su intimidad, de sus sinapsis neuronales, de su forma de moverse y sonreír. Debemos mutar nuestro ADN para hacer nuestra la imagen social corporativa, la filosofía de la empresa. Las irónicas, las que no eviten la mueca ante la machacona prédica de la interiorización no serán elegidas para el trabajo. Cuanto más oigo a este capitalismo posfordista poner entre sus objetivos la martingala de la calidad, más me doy cuenta de su ausencia. Sin valorar proyectos más intelectuales, más pastosos, sin valorar artículos, estudios, libros, diseños, construcciones que llevan el rótulo de la calidad. Con la flexibilidad laboral y su inherente escasez de tiempo el saber se hace chicle, producto que sirve para engañar al diente pero no para alimentar. Se persigue la calidad, se propone como objetivo número uno porque escasea. Que nos dejen tranquilas, que nos dejen vender una lechuga sin interiorizar la calidad. Y que nos paguen sin trabajar, porque la mayoría de nosotras y nosotros no producimos sino maldades o inutilidades. Gran parte de nuestro trabajo no genera sino una enorme huella ecológica de mierda redundante. Ahora toca calidad porque la cantidad de mierda producida ya asusta.

[.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home