Tuesday, December 26, 2006

Feliz Navidad
La fábrica de ladrillos de La Corredoria en Oviedo no paró de cocer ladrillos la noche del 24 de noviembre y obligó a sus subcontratados cocedores a trabajar en una noche así. Te cenas tu bocata solo, rodeado de gatos, ratas, ladrillos, que la máquina no pare.Van a tabicar hasta el pesebre del Niño Jesús. Ya no hay regazos. Una cafetería de una plaza céntrica de La Corredoria (una muy colorista que se llama Las guindas) obliga a sus camareras a trabajar la noche del 24, y cuando digo noche me refiero al momento en que está cenando el resto. El dueño jugo mucho al Monopoly de crío y tienen como hobbie acumular papelinos verdes, se pone nerviosón sólo de pensar que su cuñado abre y gana más que él. Hay mujeres con ovarios y hombres con cojones que se negaron a trabajar esa noche y su puesto peligra. La hombría y la feminidad yo las mido así.Sí, el espíritu navideño peligra amigos católicos, pero no por dejar de ir a misa de Gallo y dejar de montar el Belén, sino porque el capital nada respeta. ¿Dónde están los neocons, los reaccionarios comunicadores, filósofos y demás parásitos pseudofascistas que tanto braman por la perdida de las esencias y las tradiciones?, ¿dónde? Están fumándose sus puros con la patronal, que es al final, vía sus políticos, quien les paga las fundaciones, los sueldos, los premios, las ediciones y demás caprichos intelectuales. ¿Qué hacéis que no bramáis contra este capital que impide cenar en familia? ¿Qué derecha sois?, ¿cómo pensáis defender ciertos valores si besáis por donde pasa el posmoderno capitalismo que es flexible, novedoso y rompe raíces? ¿Y dónde están los sindicatos, los partidos que se llaman obreros, izquierdos, asturianos? Están en reuniones, congresos en bla blas que den un poquitín de legitimidad simbólica a un sistema económico que apesta. Relájate, mujer, que no es de izquierdas y derechas el asunto, que es de arribas y abajos.Por el momento, la única justicia humana que nos queda: que las plusvalías de estos empresarios ladrillescos y hostelereos les sirva para quimioterapias. Feliz Navidad.

Monday, December 11, 2006

que vuelva la realidad

A la raíz

Que vuelva la realidad

La imagen está ya muy vista. Parece que los marketineros vuelven a la palabra. Un hotel ovetense snob y aseptizado recoge en sus cristaleras un amplio texto que bla, bla, bla, sobre el tiempo, la comodidad, el descanso… sucedáneos verbalizados de hogar para el desarraigado que vive en estos no-lugares. En su entrada, una cafetería ovetense suelta un largo bla-bla, sobre las maravillas del café como estilo de vida urbanita. El McDonalds de la T4 en sus paredes bla-bla y miente sobre cómo vive una gallina, una lechuga, un tomate… buena vida de balneario llevan los seres que descansan en las hamburguesas. El catálogo de IKEA resignifica el “operaismo” italiano y el 68 e inunda buzones de bla-blas de creatividad, de tiempo para la vida… Es todo como para darnos un aire de lentitud, ya los veo a esos marketineros diciendo en plena tormenta de ideas: “La gente necesita pararse, reflexionar, redescubrir la lentitud, démosle trocitos de textos con letra cartilla Rubio y regalarán un trocito de su tiempo a nuestro producto. La imagen es muy rápida, démosle palabras lentas”. Ya, son muy listos, se dan cuenta de que la imagen esta muy vista y una historia bien contada narcotiza y vende. En las elecciones estadounidenses los cuentiquinos, la ficción palabrera fue rescatada por propagandistas story-tellers republicanos. Pierde el bus, llega tarde al trabajo para pararte a leer nuestro mensaje. Pararse a leer discursos en las paredes de la ciudad enervante debería ser sólo un acto para la disidencia, pero los marketineros fagocitan todo lo que la multitud crítica revuelve para sobrevivir. Ahora los manifiestos para la desobediencia civil están en el catálogo de IKEA. Vuelve la palabra, pero cuando será, por Dios, que vuelva la realidad a poner en su sitio a estos creativos del capitalismo. ¿Cuándo?

paraíso canceral

A la raíz

Paraíso canceral

Una tribu del Amazonas en vista de la devastación de sus tierras decidió dejar de reproducirse. A algunas pensantes nos pasa algo parecido, no tenemos ilusión por parir porque, visto lo que le espera a Asturias (más centrales térmicas, más alta tensión, más urbanizaciones, más incineradoras, más ríos de cemento…), nos negamos a traer al mundo seres para la leucemia. Huelga de úteros en el paraíso canceral. Asturias cuenta con brillantes oncólogas y oncólogos, ¿no va a tener?, son tantos casos, tantos, que aprenden sobre la marcha. Asturias ya es una de las regiones más contaminadas de Europa y de cumplirse los planes de los miserables que nos gobiernan vamos a veranear a Chernobil para desintoxicarnos. La infancia actual está muy mimada, come mucho, gasta mucho, va a muchas clases y da cierto asco, pero nuestra generación de mayores, entre quienes me incluyo porque yo ya hago sistema, es maestra en el filicidio masivo (al matricidio ni lo menciono, me lo prohíbo como curandera, que la rabia me come el hígado). Esas criaturas son pozos sin fondo amaestradas desde cachorras para consumir, tunear y padecer cánceres sin revueltas. Criaturas que no juegan en la calle porque está llena de coches, criaturas con jornadas de horror vacui como las de sus padres, criaturas sin tiempo para perder el tiempo, sin fresco que tomar, sin tierra por la que vagabundear: son como sebosos pollos de granjas industriales que acaban devorando a sus compañeros de encierro. Los usureros que nos gobiernan, que son muñecos de ventrílocuos empresarios, sólo conocen el futuro inmediato electoral y no piensan en las generaciones futuras (cursiladas de indígenas y campesinas). Y a mí en el paraíso canceral que ya es y será aún más Asturias no me sale del coño parir. Da terror que diga esto.

Wednesday, December 06, 2006

ciudadanismo, civismo remozado

A la raíz

Ciudadanismo, civismo remozado

Hasta hace poco se me llenaba la boca con la grandipalabra ciudadanía. Pero pronto empezó a olerme a marquetineo (de marketing) ilustrado tanta insistencia en la ciudadanía por parte de todo tipo de gestores de la cosa pública. Medradas estamos, yo llenándome la boca con el mito del ciudadanismo sin darme cuenta de que es un constructo, más allá de sus ya discutibles orígenes históricos, que asegura la paz social. ¿Quién es el antagonista de la ciudadanía? Obreras frente a patronal, feministas frente a patriarcardo, ciudadanas frente a… No hay una clase o sistema que genere la necesaria lucha de contrarios porque la ciudadanía es un sujeto social que coopera, que no se opone. A nadie niega porque es un concepto inclusivo, que todas somos ciudadanas y todas hemos de cooperar para que la máquina productiva no cese. El ciudadanismo es un remozamiento del civismo. El cívico llevaba bigotes, no blasfemaba, no escupía, saludaba con educación y era todo un señor. El ciudadano apadrina críos, se manifiesta por lejanías, está en contra de “todo tipo de violencia venga de donde venga” y cuida su cuerpo. A la cuidadanía se le consulta cada cuatro años o se le consulta, jugando a la democracia participativa como ya hacen algunos ayuntamientos posmodernos, la iluminación navideña. Pero a la raíz no llega nunca la consulta. A la ciudadanía se la integra en el funcionamiento institucional con chiringuitos de poder blando como el FORUM(culo) Barcelona 2004 que, con la excusa del diálogo intercultural y el desarrollo sostenible, supuso un obra maestra de ingeniería social y de especulación urbanística. Y el chiringuito del agua que están montando en Zaragoza es primo hermano del barcelonés, de las Olimpiadas y de Marina d´Or (unos primos son más progresistas y sibilinos, y otros son más fachas y torollos). Frente a los movimientos vecinales de barrios que se niegan a que la especulación los arrase, el ciudadanismo es cooperativo y flexible y con posibilidades de ganar autoestima y pasta con la limpieza del barrio en cuestión. El ciudadanismo es el civismo de aquellas asociaciones que colaboran con los poderes y que ayudan a dar legitimidad moral y simbólica a una democracia representativa que llevaba una temporadita en crisis. Se les consulta la ubicación del loroparque, pero no se consulta construir autovías, embalses, centrales térmicas, privatizar recursos sagrados como el agua…Cuando hay mucho en juego la ciudadanía desaparece, no se le consulta. Es entonces cuando aparece la masa, las radicales, la multitud. Oponerse a una guerra lejana es un “ejercicio de ciudadanía que mantiene sana la democracia” (bla, bla), pero oponerse a la especulación del barrio, al embalse devastador es cosa de radicales. Y sí, es cierto, porque los radicales van a la raíz del problema, van a la cercanía, porque es tiempo de frenar desde lo local las agresiones a la biosfera. Se trata de crear cercanía y raíces porque, si sólo luchamos por injusticias lejanas, nuestra solidaridad con esas gentes es solidaridad de centros cien.

mafiosos, fartones y babayos

A la raíz


Mafiosos, fartones y babayos

En España se construye tanto como en Alemania, Reino Unido y Francia juntos. En el 2004 España fue el país del mundo que mayor engrosó su lista de nuevos ricos. No hay mafioso que no lave su dinero con ladrillos, fartón que no juegue al Monopoly con sus miserias, ni babayu que quiera vivir de alquiler o en un una casina vieja. Así que entre mafiosos, fartones y babayos, la famosa ardilla que antes cruzaba España de árbol en árbol hoy lo hace de grúa en grúa. Los concejales de urbanismo se reúnen a puerta cerrada con los constructores para luego celebrarlo en los mejores prostíbulos. Lo sé por diversas fuentes. Por fuentes respetables y fuentes ilegales (es decir, por cognitarias del ladrillo y por prostitutas). Los de abajo, los explotados desclasados hipotecados hasta el ADN, imitan a los de arriba pagando sus 16.000 eurillos en negro hasta en pisos concertados y celebrando sus cenas de empresa en lupanares más baratos. Pero la famosa burbuja inmobiliaria sólo explotará en los hogares hipotecados de los de abajo. Económicamente vivimos en una nube de pedos y el metano es inflamable. Una amiga brasileña me decía con misterio que su marido estaba endeudadísimo, deduje que sería por drogas o juego, pero no, eran el piso y el coche los que lo tenían atrapado. Le dije que era normal, que así estaba media España. Esta mirada brasileña nos ilumina: en voz baja y con vergüenza deberíamos decir: “Estamos todos endeudados”. No hay riqueza real y quienes de verdad saben de economía ya hacen novenas a la virgen de los Desamparados, de los Homeless autóctonos que pronto inundarán las ciudades. Cuando explote la burbuja se deberían llevar sus buenas hostias los especuladores, pero éstos ya cuentan con empresas propias de seguridad. Los babayos abandonarán las sidrerías, los quarks y el tunning, y las prostitutas se irán a ganar el pan a otro país (no les importará, son las mochileras del Sur). Y como las llantas de aleación, el césped y las cocheras no se comen vamos a picar horas extras el asfalto por ver si de debajo de él sacamos la huerta. Ramón Fernández Durán dice que si algún tejido sano queda de este cáncer constructor que recorre el país, no importa, pues la metástasis llega al campo, que hay que colocar cemento donde sea, en el lecho de un río, en una duna o en un bosque. La tecnoesfera está en guerra con la biosfera. Los nuevos ricos compran chalets de ocho en ocho en Asturias, hasta convertir el paraíso natural en un paraíso canceral. Antes se vendía sol, ahora se vende agua, Asturias entonces se pone de moda. Toca explotarla hasta hacer de ella otro desierto como se hizo con el Levante; los alemanes, ávidos de naturaleza, venían a las playas salvajes de España a relajarse, pero la biofilia urbanita arrasó con el paraíso. Que a los mafiosos y fartones se les atragante con cemento el hígado, toco madera para que así sea.

no era eso, no

No era eso, no

Te vas a las siete de la mañana y vuelves a casa a las nueve de la noche, los sábados por la mañana también trabajas, la tarde la pasas en Parqueprin comprando víveres, por la noche, a veces, cenas de sidrería y luego cacharreas. El domingo: a curar la resaca, a planchar y a limpiar la casa (¿cuándo follas?). Pagas una hipoteca de 700 euros a 20 años y cobras 900 (si no fuera por mamá…)Tienes contrato de 6 meses aquí, pero mañana a lo mejor estás allí, en la empresa valoran mucho la disponibilidad, la movilidad, la versatilidad, si quieres mejorar tu carrera (¿quién te persigue?), no puedes rechazar ese contrato en Villateempujo. ¿Dónde y cómo mantienes al guaje, si estás todo el día danzando? Y hay gente que ni eso, que vive en Madrid y hasta la muerte comparte piso. ¿De dónde sacas el tiempo para conseguir semental y para conseguir reproducirte?, ¿de dónde sacas la estabilidad geográfica y económica para no parir en un ALSA? (Eres un pajarina estresada y sin nido que no tiene tiempo ni sitio para poner el huevo).
Lo que acabo de hacer, pese al estilo narrativo, las palabras malsonantes y las metáforas, es un brevísimo análisis materialista de la actual crisis de la natalidad y de la familia. La familia peligra por la movilidad laboral, las jornadas interminables y el precio de la vivienda (y porque muchas mujeres ya no aguantamos cabrones al lado).Defender, como hace mi algo admirado Bueno en su último libro, que la ley de matrimonios homosexuales “mina la estructura misma de nuestra sociedad de familias” y destruye “las bases de una sociedad milenaria” no es materialismo filosófico, es ¿fascismo ideológico? Las izquierdas simbólicas (estúpidas y perversas) se merecen ataques materialistas, pero no era eso, no, lo que yo entendía por materialismo.

Que el ser es declinar y el sobaco oler

Que el ser es declinar y el sobaco oler
Odio los tangas, mi generación pasó la adolescencia usando bragas que tapaban culos, no culos que tapaban tangas. Que mis quintas se pongan tanga es una imitación de las actuales adolescentes que disimula el caducar. Los actuales tangas son los coleteros de tela que usábamos nosotras de adolescentes, sostengo que la introducción del tanga en España se debe a una superproducción de estos coleteros en una fábrica de Alcalá. Había que sacar al mercado como fuera aquel producto ya rancio a finales de los noventa. Sí, soy de la brigada antitanga, combato la anofobia, que no es la fobia a los culos, sino la fobia al envejecimiento. A mis 27 años tengo celulitis, arruguillas, muelas picadas, mala memoria, infernales resacas, empeine ensanchado… esto último es lo que más me reconforta, ya estoy hecha una paisana y no hay zapato de Berska o Zara que me entre. Soy una pedestre antiglobata, mi empeine enraíza y no quiere zapatos de maquila. Y siento cierto placer al ver mi cuerpo ensanchar, qué cosa… Odio a las mujeres y a los hombres que apestan a perfumes: son horteras (y yo snob). Ser eternamente joven, higiénica, inodora, e insípida va contra la Tierra. La ducha constante, tirar de la cadena a la mínima excreción, a la mínima toallita desmaquillante (y defecar y orinar en agua potable, en qué cabeza cabe), los antibacterias para la fruta y demás ubicuos excesos higiénicos matan microbios a cambio de alergias y a cambio de cáncer. Pasteur necesita frenos. Somos tan jóvenes, tan mechas, tan tanga, tan toallitas higiénicas, tan secarnos las manos en ventiladores, que jodemos la vida que no es más que bichos, olores, humedades y caducidad. Asumir que el ser es declinar y el sobaco oler es condición necesaria, aunque no suficiente, para cuidar a la biosfera.